Poema 6
YO, TU AMADO
Por las noches busqué en mi lecho
A la mujer que ama el alma mía
Busqué afanoso entre escondido embozo
Y te hallé ahí, tendida en mi lecho complacida.
Te descubriré de mi cobija ahora y siempre
Rodeare tu talle por la ciudad y entre las gentes
Pregonaré tu amor, por las calles y por las plazas
Porque eres mujer el al mapura, aquella que ama el alma
mía.
Te busqué y ahora que te he hallado te tengo
Apenas hube pasado, de la soledad frios tiempos
Hallé luego a la mujer que en paz a mi alma ama
Quien velará mi amor y mi sueño en eterna primavera.
Con columnas de humo saumada de mirra y de incienso
Quien llegó untando a tu lecho polvo aromático
Quien dio viso a tu
pasión y luz a tus grandes ojos, esa soy yo
Con los rayos del alba anunciando el nuevodía
Pondré a tus pies una carroza
Mi hálito de grana recamado con mi amor
Seré a ti dulce, siempre doncella
Iré feliz, radiante al desposorio
Para darle gozo a tu humilde corazón
El dia esplendoroso a los dos
Hermosa amiga mía, mi dulce compañera
Cubriré tus bellos ojos, entre tus guedejas, para cubrirlos
del sol
Serán a mí tus cabellos, como manadas de cabra
Recostadas en las laderas de mi vientre ardiente
Que te espera como oveja apacentada.
Gusto de la blanca dentadura entre tus labios
Gusto de la blanca dentadura entre tus labios
Que son como crias gemelas que suben en manada del lavadero
Ninguno de ellos estéril
Cuando a besar, mis labios vienen
Apasionan los mios como hilo de grana
Es como la torre de David y tu habla hermosa mi sitial
Tus dos pechos son a mí, como gemelos de gacelas
Porque guardan mi pasión desde el atardecer, hasta que
apunta el día.
Que más, puedo yo pedir y como gloria desear.
Lima, 12 de enero del 2012
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