¡Es que “el hambre” también suele
morirse,
cuando no halla, qué lo aplaque en los desiertos!
Carlos Fidel BD.
Dolor en los cien sentidos
Corróenme, en las lágrimas de dolor contínuo
Pensamientos ligeros que invaden el sentimientoCuantas calles del mundo recorren aún mis afectos
Ardorosos, pero disminuidos,
con dolor en los cien sentidos.
Y mis sentidos que son como cien, no cinco
Provocan inusual náuseas, por el ramalazo que causa el ascoAquél que lleva de la mano al miedo profundo
Vil engendro hermanastro de la adversidad.
Cuanto dolor cabe aún en mi pecho y los a mí venidos
Tratando de vencer las penas vivas que compartoYa los de mis entrañas, y los de mis ancestros
Ya los de mis sangres y los de sangre extranjera
Las horas fúnebres que he pasado y estoy pasando
Con el llanto acumulado de dolenciaMientras que mi cuerpo, al llegar la noche
Espera vanamente el goce,
con dolor en los cien sentidos.
Ay soledad, triste compañera
Que jugueteas con los versos de la vidaSentidas al rayar el nuevo día, las alegrías perdidas
En el el fuerzo por alcanzar la santa paz en un grano de mostaza.
Atomo aquel, donde aún permanecen depositados
Los pocos de fe de los que levantan los brazos en esperanzaDe los que abren sus bocas a la indigencia
Tras de su mirada agazapada que teme al esputo inmisericorde.
Bendita vida maltrecha por las ilusiones
Que pisoteadas por el infortunioBusca entre los basurales de las Naciones de la desesperanza
Una miga de pan……¡Bendita ilusión! que muerde
Bendita ilusión que extingue, donde muchos seres se obscurecen
Descanzando con la confianza de un Mundo NuevoEl que vendrá con el Salvador
Cuando la miseria del hombre deje de alcanzarles.
Todo, absolutamente todo
Paso a paso habrá de cancelarse
Todo, hasta el sufrimiento
Hasta las horas del hambre paciente,
con dolor en los cien sentidos.
Ay, que he visto llantos, ay que he visto lágrimas de sangre
Ay, que he visto espanto en los ojos de niños, hombres y mujeresAy que he visto sus cuerpos mutilados mientras su huesos reian
En cada uno de los extremos del misero mundo de sus vidas.
Pidiendo con gritos ahogados en silencio
Que la entelequia avivada de las leyes terrenasLanzaren su grito ¡de alto! O demandaren
Lastímero y hasta misericordioso tiempo de cese, porque la calamidad hastia.
Qué soy yo?, si tan solo
cuento con este papel y esta pluma
Qué soy yo?, si no tengo el valor de poner mi pecho por ellos,Los que mueren cerca o en la lejanía,
De fe y de calor, de sed y de frio, de hambre,
con dolor en los cien sentidos.
Es que el hambre, también suele morir
Cuando no se aplaca en el desiertoO cuando en la puna, el hielo origina la misma suerte.
¡Bendita utopía!........Puro desprecio,
dolor en los cien sentidos.
Carlos Fidel BORJAS DÍAZ
Lima, 23 de Junio del 2012.
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