viernes, 10 de agosto de 2012


Los caminos y la vida.



Hablamos del dolor que se cobija en el pecho

Y de las penas compartidas que vencidas

Son parte del camino que entristece  la vida

De los seres que se estiman, de la gente que se ama.



Ay benditas las horas sombrías

Que se han llevado existencias

Dejando la aflicción entrelazada al miedo

Donde la adversidad provocara nauseas despiadadas.



Porqué corroen al alma

Las lágrimas de dolor contínuo?

Donde el sentimiento ligero

Invade el reconcomio de mis afectos.



Que son mis sentidos, cien o doscientos

Que es el dolor causado por el desapego febril

Pasado el tiempo que ayer transitaste tú

Que ahora puedo franquear yo.



No quiero hablar más de desconsoladas compañías

Para que mi cuerpo deje la morriña

Y se alegre mi cuerpo mientras la sangre incite

Donde el gozo alumbre prematuro al sentir.



No quiero a la soledad como amarga compañera

En el esfuerzo de alcanzar la dicha

Donde la fe sea por siempre eterna

Y el dolor no alcance al descanzo de la alegría.



Bendita pasión, bendita ilusión, bendita existencia

Arranca el gozo del infortunio

Donde unos se acaban y otros adquieren vida

Pa’ que no exista hambre y la muerte cobre existencia.



Carlos Fidel Borjas Díaz 10AGO2012


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