Los caminos
y la vida.
Hablamos del
dolor que se cobija en el pecho
Y de las
penas compartidas que vencidas
Son parte
del camino que entristece la vida
De los seres
que se estiman, de la gente que se ama.
Ay benditas
las horas sombrías
Que se han
llevado existencias
Dejando la aflicción
entrelazada al miedo
Donde la
adversidad provocara nauseas despiadadas.
Porqué corroen
al alma
Las lágrimas
de dolor contínuo?
Donde el
sentimiento ligero
Invade el reconcomio
de mis afectos.
Que son mis
sentidos, cien o doscientos
Que es el
dolor causado por el desapego febril
Pasado el
tiempo que ayer transitaste tú
Que ahora puedo
franquear yo.
No quiero
hablar más de desconsoladas compañías
Para que mi
cuerpo deje la morriña
Y se alegre
mi cuerpo mientras la sangre incite
Donde el
gozo alumbre prematuro al sentir.
No quiero a
la soledad como amarga compañera
En el
esfuerzo de alcanzar la dicha
Donde la fe
sea por siempre eterna
Y el dolor
no alcance al descanzo de la alegría.
Bendita pasión,
bendita ilusión, bendita existencia
Arranca el
gozo del infortunio
Donde unos se
acaban y otros adquieren vida
Pa’ que no
exista hambre y la muerte cobre existencia.
Carlos Fidel
Borjas Díaz 10AGO2012
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