martes, 17 de julio de 2012

A pedido de unos amigos poetas delPrimer Colegio Nacionalde Nuestra Señora de Guadalupe. mi Alma Mater.
 
AGUA

Agua que no podrás beber
Porque se la tragó la sequía vestida de ignorancia
Agua que no beberás
Porque se murió marchita

Agua que pereciste por la ausencia del aguador
A quién lo fulminó un infarto
Al observar que tu cuerpo blanquecino
... Se esfumaba por las calles discurriendo y cubierto de hedor.

Agua que no podrás beber
Porque zanganea perdida por callejas cubiertas de soledad
Sin escuchar los ayes de agonía e ignominia
Los que se despiertan cubiertos de temor por la ambición

Ay, mis flores vírgenes del campo agreste
Clamen, griten, hasta quedarse ciegas
Para que no vean a mis geranios huir despabilados
Porque la sed los angustió al ver que las lágrimas secas lloran.

Agua que no beberás,
Cubierta tus ganas de vivir, con puñal en la llaga
Abierta por el clamor de leones, castrados de la boca y cerebro,
Para que ignore hasta el dolor la calma, por donde se depone

Qué va a llorar el cuerpo?
Si las venas y las entrañas de los seres y las tierras resecas
Se friccionan tratando de hacer fuego entre ellos
Para que los cuerpos suden, para que los pobres beban

Ay que dolor bendita agua
Que ya no jugueteas por mis campos, ni ondeas en los lagos
Ni por las enmarañadas montañas
Ni por las calles de cemento que se tragaron los ríos con sus piedras

Ay angustia impia,
Ay mis aves
Y hasta los peces que corren
Tras de la miel del gaznate.

Ay de mis mariposas
Que hasta el sol cae avaricioso sobre la poca hiel que queda
Ay bendita agua
Que te ahogas en tu propia ausencia

Ay de mis andes que serán desiertos donde una vez hubieron salinas
Miestras que el agua abandona las quebradas
Escapando entre mis manos y mis dedos
Huyendo también de la garganta y de las entrañas sentidas.

Agua que fuiste bendecida
Grita decisiva, tu canto de ansiedad y deserción
Para llorar junto contigo
Para ver si la conciencia se despabila.

Para que muera la codicia
Que yace escondida entre rocas y peñazcos
Para que descubra a propios, impropios y extraños que te acaudalan
Para que los cielos vuelvan a sonreir y su lluvia nos alimente

Para que la vida retorne sobre las penas
Que caminan en manada, cubiertas de inanición
Agua que no beberás
Agua bendita RETOÑA.

Lima, 20 de Junio del 2012.
carlos fidel borjas díaz

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