APRENDIENDO A COMPARTIR.
Algo publicado por mi Promoción y colega Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
EL DRAMA OLLANTAY, QUE FUERA ADAPTADO EN NUEVA YORK, POR EL DRAMATURGO PERUANO WALTER VENTOSILLA, GANÓ PREMIO EXTRAORDINARIO ACE 2011, OH YANTAY.
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IMÁGENES DEL ESTRENO DE LA OBRA OH! YANTAY EN
LIMA
11 AGO
2010
Por Armando Alvarado Balarezo
(Nalo)
Por Tomás Temoche Varías
Ayer miércoles 11 de Agosto, llegué presuroso al ICPNA
de Miraflores - 7:30 p.m., y tenía que suceder, era noche de fiesta huaracina.
Luchito Paredes, Gustavo Lora y el guerrero ilustrado Aureo Sotelo, me reciben;
también previsible fue el encuentro con la hermana de nuestra Yady Collazos a
quien le cuento que hay un premio que se dá todos los años celebrando el Día
Mundial del Teatro, en homenaje a nuestra querida Yady.
No pueden perderse esta obra, va del 11 al 14 de Agosto. Como muchos estamos enterados, Walter Ventosilla emigró hace muchos años a la tierra del tío Sam, hubiera sido bueno que recuerde Walter su primera etapa con el grupo Setiembre, que tenía en sus filas a Gustavo Lora, Alberto Stewart y nuestra querida Yady Collazos, segunda presidenta del MOTIN PERU.
Ahora milita en el Grupo de Teatro RASGOS, que estrenó mundialmente esta obra en Nueva York - el grupo ha montado este espectáculo en inglés y castellano - en Enero del 2010, siendo la primera compañía teatral que puso en escena el antiguo drama quechua OLLANTAY en los Estados Unidos. Posteriormente, fueron seleccionados para representar en Julio al teatro latinoamericano en el Theater Stage de la ciudad de NY, junto a otros grupos teatrales de todo el planeta.
La versión del OLLANTAY moderno que ofrece el grupo de teatro Rasgos, bajo el título OH¡ YANTAY, es una adaptación libre del teatro moderno del dramaturgo peruano Walter Ventosilla, director de la obra, en donde se descompone la forma, la estética clásica, para generarle mayor dinamismo al rítmo de la historia y a las relaciones entre los personajes dentro del espacio escénico. El fondo de la historia no ha sido alterado, el tema es el mismo desarrollándose la puesta teatral en la época que fue concebida originalmente.
La obra es contada por Piqui Chaqui, el sirviente de Ollantay, uno de los mejores generales del inca Pachacutec, quien en recompensa por sus triunfos lo nombra gobernador del Antisuyo. Ollantay es un guerrero victorioso, pero no pertenece a la nobleza incaica. A pesar de ello, se ha enamorado de una hija única del inca, la princesa Cusi Coyllur ...
Oh¡ Yantay o el deslizamiento hacia las raíces matrices de las culturas originarias para percibir nuestra historia en época de los incas, donde si bien la vida era colectiva, había una rigurosa división de clases entre nobles de sangre y de privilegio, Ollantay era un general victorioso pero no podía acceder a la nobleza de sangre de Cusi Coyllur. Una historia añeja vuelta a contar con estructuras modernas. Bueno, ayer Walter actuó, por emergencia, ante la ausencia involuntaria de un actor; entonces participa - sin querer queriendo - en todo el proceso productivo teatral : actor, director, productor y dramaturgo. Además, ha ensamblado magistralmente, a manera de síntesis, casi todas las corrientes del teatro de todos los tiempos. Muchos lo han intentado, sin lograrlo. Por ejemplo, contar la historia donde la máscara social rota entre los actores prescindiendo del género, a veces Piqui Chaqui es un varón, otras una actriz, lo mismo sucede con todos los personajes, no existe la propiedad privada de los mismos. Aquí está presente el método Coringa de Augusto Boal.
La manera de usar un espacio vacío que cobra vida con la presencia de solventes actores y actrices enmarcados dentro de un rectángulo, a manera de gran guardilla con mantas andinas, tocados, tambores que proteícamente cumplen múltiples funciones. Todo empieza cuando una luz cenital ilumina a un músico que tañe tarkas y sikus, luego otra luz ilumina la imagen del dios sol que en determinados momentos se lo coloca el inca en su cabeza como símbolo de origen y poder. Aquí creo reconocer la presencia de técnicas de Peter Brook con su teoría del espacio vacío.
Si bien la máscara social rota entre los personajes, cada uno la asume de manera muy íntima e instrospectiva, cumpliendo la premisa del maestro Constantín Stanislavski : El actor no debe aparentar en el escenario, sinó existir de verdad; no debe representar sinó vivir. Es decir sentir, pensar y comportarse sinceramente en las circunstancias de la ficción.
Drama histórico, lo hubiera denominado Bertolt Brecht. Con la prosa poética de Ventosilla este texto clásico deviene inexorablemente en una nueva lectura de las artes escénicas contemporáneas. La sonoplastía está presente en close up con todos sus niveles semánticos sonoros donde se ensambla música grabada moderna fusionada con el sonido de instrumentos nativos que ingresan a la escritura escénica, comentando, dialogando, creando atmósfera, clímax que en complicidad de luces cenitales nos hacen además cambiar de espacios físicos en el mismo lugar.
Los actores son parte de la escenografía en vivo, a veces funcionan como el corifeo griego, diciendo textos donde todos son uno y uno son todos, remitiéndonos a las matrices del teatro de Tespis. Hay imágenes muy bellas; si bien hay personajes que llevan la acción dramática, otros complementan las mismas a manera de cuadros con movimientos rigurosamente codificados a lo Jerzy Grotowski.
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El orgullo ancashino de Ventosilla sale airoso al responder artísticamente al momento histórico contemporáneo. Edgar Guillén, sentado a mi costado, y que se las sabe todas, no se cansaba de aplaudir, lo mismo Luchito Paredes que terminó despeinado por esta sana agresión sensorial artística de Walter y su elenco.
No pueden perderse esta obra, va del 11 al 14 de Agosto. Como muchos estamos enterados, Walter Ventosilla emigró hace muchos años a la tierra del tío Sam, hubiera sido bueno que recuerde Walter su primera etapa con el grupo Setiembre, que tenía en sus filas a Gustavo Lora, Alberto Stewart y nuestra querida Yady Collazos, segunda presidenta del MOTIN PERU.
Ahora milita en el Grupo de Teatro RASGOS, que estrenó mundialmente esta obra en Nueva York - el grupo ha montado este espectáculo en inglés y castellano - en Enero del 2010, siendo la primera compañía teatral que puso en escena el antiguo drama quechua OLLANTAY en los Estados Unidos. Posteriormente, fueron seleccionados para representar en Julio al teatro latinoamericano en el Theater Stage de la ciudad de NY, junto a otros grupos teatrales de todo el planeta.
La versión del OLLANTAY moderno que ofrece el grupo de teatro Rasgos, bajo el título OH¡ YANTAY, es una adaptación libre del teatro moderno del dramaturgo peruano Walter Ventosilla, director de la obra, en donde se descompone la forma, la estética clásica, para generarle mayor dinamismo al rítmo de la historia y a las relaciones entre los personajes dentro del espacio escénico. El fondo de la historia no ha sido alterado, el tema es el mismo desarrollándose la puesta teatral en la época que fue concebida originalmente.
La obra es contada por Piqui Chaqui, el sirviente de Ollantay, uno de los mejores generales del inca Pachacutec, quien en recompensa por sus triunfos lo nombra gobernador del Antisuyo. Ollantay es un guerrero victorioso, pero no pertenece a la nobleza incaica. A pesar de ello, se ha enamorado de una hija única del inca, la princesa Cusi Coyllur ...
Oh¡ Yantay o el deslizamiento hacia las raíces matrices de las culturas originarias para percibir nuestra historia en época de los incas, donde si bien la vida era colectiva, había una rigurosa división de clases entre nobles de sangre y de privilegio, Ollantay era un general victorioso pero no podía acceder a la nobleza de sangre de Cusi Coyllur. Una historia añeja vuelta a contar con estructuras modernas. Bueno, ayer Walter actuó, por emergencia, ante la ausencia involuntaria de un actor; entonces participa - sin querer queriendo - en todo el proceso productivo teatral : actor, director, productor y dramaturgo. Además, ha ensamblado magistralmente, a manera de síntesis, casi todas las corrientes del teatro de todos los tiempos. Muchos lo han intentado, sin lograrlo. Por ejemplo, contar la historia donde la máscara social rota entre los actores prescindiendo del género, a veces Piqui Chaqui es un varón, otras una actriz, lo mismo sucede con todos los personajes, no existe la propiedad privada de los mismos. Aquí está presente el método Coringa de Augusto Boal.
La manera de usar un espacio vacío que cobra vida con la presencia de solventes actores y actrices enmarcados dentro de un rectángulo, a manera de gran guardilla con mantas andinas, tocados, tambores que proteícamente cumplen múltiples funciones. Todo empieza cuando una luz cenital ilumina a un músico que tañe tarkas y sikus, luego otra luz ilumina la imagen del dios sol que en determinados momentos se lo coloca el inca en su cabeza como símbolo de origen y poder. Aquí creo reconocer la presencia de técnicas de Peter Brook con su teoría del espacio vacío.
Si bien la máscara social rota entre los personajes, cada uno la asume de manera muy íntima e instrospectiva, cumpliendo la premisa del maestro Constantín Stanislavski : El actor no debe aparentar en el escenario, sinó existir de verdad; no debe representar sinó vivir. Es decir sentir, pensar y comportarse sinceramente en las circunstancias de la ficción.
Drama histórico, lo hubiera denominado Bertolt Brecht. Con la prosa poética de Ventosilla este texto clásico deviene inexorablemente en una nueva lectura de las artes escénicas contemporáneas. La sonoplastía está presente en close up con todos sus niveles semánticos sonoros donde se ensambla música grabada moderna fusionada con el sonido de instrumentos nativos que ingresan a la escritura escénica, comentando, dialogando, creando atmósfera, clímax que en complicidad de luces cenitales nos hacen además cambiar de espacios físicos en el mismo lugar.
Los actores son parte de la escenografía en vivo, a veces funcionan como el corifeo griego, diciendo textos donde todos son uno y uno son todos, remitiéndonos a las matrices del teatro de Tespis. Hay imágenes muy bellas; si bien hay personajes que llevan la acción dramática, otros complementan las mismas a manera de cuadros con movimientos rigurosamente codificados a lo Jerzy Grotowski.
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El orgullo ancashino de Ventosilla sale airoso al responder artísticamente al momento histórico contemporáneo. Edgar Guillén, sentado a mi costado, y que se las sabe todas, no se cansaba de aplaudir, lo mismo Luchito Paredes que terminó despeinado por esta sana agresión sensorial artística de Walter y su elenco.
Tomás Temoche Varías
ASOCIACION CULTURAL YAWAR
www.redindigena. net/yawar
http://culturalyawa r.blogspot. com
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EL GRUPO DE TEATRO RASGOS
PRESENTÓ
¡OH! YANTAY
el 11 al 14 de agosto del 2010
7.30 p.m
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Walter Ventosilla en Chiquián
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Dramaturgo Nacional
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