NO DEJEN DE LEERLO
Me tomó el rostro con sus manitos tibias y sus ojos brillaban como bracitas recientes.
-No sé como decirte como te quiero, abuela-me susurró.
Y luego se quedo dormida como una pluma de luz. Y no fue necesario la ayuda de las hadas, ni algún...Ver más
-No sé como decirte como te quiero, abuela-me susurró.
Y luego se quedo dormida como una pluma de luz. Y no fue necesario la ayuda de las hadas, ni algún...Ver más
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