Tuve el honor de conocerlo en Chile, muy pocas horas antes de su muerte, cantamos inclisive valses con un musico hijo de peruano y chilena que tocaba maravillosamente el piano, hoy cumplo con este homenaje.
A VICTOR JARA MARTINEZ…………..
MI VERSO ES TU CALMA, TU GUARDIAN Y TU AMIGO.
En el lazo de hermandad, yo soy tu calma
La que alimenta las metas soñadas que quedan en el camino
Es por eso que hoy, yo lo tengo todo
Tus padres campesinos, el arte y los mimos,
TU CANTO, la danza y el teatro donde mi verso es tu calma.
Cuanto suspiro, los besos de la juventud añorada
Los espacios de los Cantos Gregorianos
Aquellos que se agotan con el paso de los años
Y renacen en la sintonía de las fusas y semifusas
Confundido en el escudo de mis versos donde soy guardián silente.
Se guardan con celo las ilusiones idas por los caminos andados
En los rincones donde el silencio reina
Confortando al espacio que se duele por las ausencias
Bajo el sonido de las cuerdas de la guitarra de tu amada vieja
Donde los sones surgidos cobraron esencia renuente a los tiranos
Tras del celo abierto de Carmina Buirana con mi verso, tu amigo.
Mi verso es tu calma, tu guardián y tu amigo
Donde guardan ferviente emoción aquellos besos
Envueltos en tibias palabras de la juventud que aun teníamos
Aquella vez que algo hablamos en tus tierras
Bajo los ritmos que concurrieron a las voces de nuestras gargantas
Donde tus pasos anduvieron con los míos un poco, hurgando ansiosos.
Mi calor intruso busca hoy en los tiempos nuevos
Complacerse cómplice con la brisa
Añorando el color azul del mar tuyo, del mar mío
Que danza con la felicidad bajo los compases del aletear de las palomas
Cantándole a la madre de los conejos donde la quimera de los buenos
consejos
Guarda divino tesoro bajo el torrente de la sangre que pide libertad.
Guardián divino de los gritos insurrectos circundando los ánimos
Junto al son cantado en la casa vieja, un día claro
Sin sospechar a pocas horas tu muerte irremediable e infecunda
Que aun lloran entre tantos dolientes los pueblos afligidos
Donde las plegarias del labrador se enciman
Sobre el dolor aun latente en las manos abiertas de la libertad.
El pensamiento negado ha dado fruto, para danzar asido al canto
Al canto, al grito fuerte, a los ayees en los que las gentes hallan sosiego
Sobre el desquicio e indolencia de la cruel iniquidad de los que son anárquicos
Aquellos corruptos y crueles que intentaron rebautizarte con dos ENES
de muerte
Sin sospechar de tu gran nombre, el que canta con el viento y el huracán.
Yo soy tu calma Víctor JARA, tu guardián y tu amigo
En el lazo de la hermandad y la paz, este es tu verso.
Carlos Fidel Borjas Díaz. 17 de Enero del 2013.
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