jueves, 17 de enero de 2013


Tuve el honor de conocerlo en Chile, muy pocas horas antes de su muerte, cantamos inclisive valses con un musico hijo de peruano y chilena que tocaba maravillosamente el piano, hoy cumplo con este homenaje.
 
A VICTOR JARA MARTINEZ…………..

MI VERSO ES TU CALMA, TU GUARDIAN Y TU AMIGO.

 

En el lazo de hermandad, yo soy tu calma

La que alimenta las metas soñadas que quedan en el camino

Es por eso que hoy, yo lo tengo todo

Tus padres campesinos, el arte y los mimos,

TU CANTO, la danza y el teatro donde mi verso es tu calma.

 

Cuanto suspiro, los besos de la juventud añorada

Los espacios de los Cantos Gregorianos

Aquellos que se agotan con el paso de los años

Y renacen en la sintonía de las fusas y semifusas

Confundido en el escudo de mis versos donde soy guardián silente.

 

Se guardan con celo las ilusiones idas por los caminos andados

En los rincones donde el silencio reina

Confortando al espacio que se duele por las ausencias

Bajo el sonido de las cuerdas de la guitarra de tu amada vieja

Donde los sones surgidos cobraron esencia renuente a los tiranos

Tras del celo abierto de Carmina Buirana con mi verso, tu amigo.

 

Mi verso es tu calma, tu guardián y tu amigo

Donde guardan ferviente emoción aquellos besos

Envueltos en tibias palabras de la juventud que aun teníamos

Aquella vez que algo hablamos en tus tierras

Bajo los ritmos que concurrieron a las voces de nuestras gargantas

Donde tus pasos anduvieron con los míos un poco, hurgando ansiosos.

 

Mi calor intruso busca hoy en los tiempos nuevos

Complacerse cómplice con la brisa

Añorando el color azul del mar tuyo, del mar mío

Que danza con la felicidad bajo los compases del aletear de las palomas

Cantándole a la madre de los conejos donde la quimera de los buenos consejos

Guarda divino tesoro bajo el torrente de la sangre que pide libertad.

 

Guardián divino de los gritos insurrectos circundando los ánimos

Junto al son cantado en la casa vieja, un día claro

Sin sospechar a pocas horas tu muerte irremediable e infecunda

Que aun lloran entre tantos dolientes los pueblos afligidos

Donde las plegarias del labrador se enciman

Sobre el dolor aun latente en las manos abiertas de la libertad.

 

El pensamiento negado ha dado fruto, para danzar asido al canto

Al canto, al grito fuerte, a los ayees  en los que las gentes hallan sosiego

Sobre el desquicio e indolencia de la cruel iniquidad de los que son anárquicos

Aquellos corruptos y crueles que intentaron rebautizarte con dos ENES de muerte

Sin sospechar de tu gran nombre, el que canta con el viento y el huracán.

 

Yo soy tu calma Víctor JARA, tu guardián y tu amigo

En el lazo de la hermandad y la paz, este es tu verso.

Carlos Fidel Borjas Díaz. 17 de Enero del 2013.

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